
"Llueve-le dije al aire-y escampa… ¿No es grandiosa la lluvia? ¿No es grandioso aquel pacífico silencio que marca su fin? Aquella tranquilidad que precede a la salida del sol. Entonces ella nos deja, sabedora de que tarde o temprano volverá a llover. De que tarde o temprano quebrará el cielo con su sonrisa y bailará más rápido y mejor que las luces y los rayos… Esperando pacífica que llegue su turno, esperando en las sombras el momento oportuno para regalarnos esa belleza que pocos saben apreciar. Mojándome los dedos de los pies… Porque ella es la única que puede romper el rítmico baile, el suave vaivén al que llaman danza… Ella rompe para crear. Ella nos deleita con su magia.
Y hoy soy yo. La que rompe la armonía en un baile de máscaras donde cada uno luce sus mejores galas y yo sólo llevo harapos, por desentonar un poco. Y es que aprendí tanto de máscaras que ya me aburren de manera insospechable. Que me quité la máscara y nadie se dio cuenta, porque sólo saben bailar un vals de Tchaikovsky que no tiene fin, porque realmente, nunca empezó."
A veces las máscaras hacen que todo sea más fácil. No importa nada, porque puedes esconder lo que realmente piensas, sientes, quieres decir o hacer detrás de ella. Te escondes en una máscara de perfección, evitando que se sepa cómo eres realmente... porque es más fácil aparentar que ser real.
Me he cansado de aparentar, de aguantar, de callar, de perdonar, disculpar, esperar, rezar, llorar... ¡No! Es hora de que coja mi vida y haga lo que quiera con ella. No quiero una máscara de perfección, de hija perfecta, estudiante perfecta, amiga perfecta ni de novia 10. Yo no soy perfecta, nunca lo he sido... y nunca lo seré.
...I am perfect in my imperfection...